CUANDO NO ENTIENDES LO QUE PASA, PERO IGUAL LO DESEAS

Cuando no entiendes lo que pasa, pero igual lo deseas

Cuando no entiendes lo que pasa, pero igual lo deseas

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¿Quién no ha caído, al menos una vez, en el dulce enredo de una mirada cómplice?
Y tú, sin planearlo, ya estás dentro: atrapado entre risas espontáneas, gestos minúsculos y una coreografía emocional que parece escrita a cuatro manos.


Cuando el Amor se Disfraza de Guion Inconsciente


Empieza la charla, se cruzan las primeras risas, y en ese instante parece que todo fluye como si estuvieran repitiendo una coreografía que ya habían ensayado en sueños.
Porque si no hay un poco de incomodidad encantadora, un pequeño caos bien decorado, entonces no es un enredo: es solo una cita... y eso, francamente, es demasiado aburrido.


Mensajes Crípticos y la Danza del “Visto” Sin compañeras glamorosas Respuesta


Y sí, incluso el meme que mandaste con intención de coquetear puede ser malinterpretado como señal de que estás emocionalmente no disponible.
Demasiado rápido y pareces desesperado. Muy lento y pareces desinteresado. No hay zona segura.
Cada reencuentro en la vida real es como firmar un acuerdo tácito: “Acepto tu caos emocional y tú aceptas el mío”.


Conclusión: Que Vivan los Enredos


¿Desde cuándo el romance tenía que ser claro, ordenado y con etiquetas?

El enredo bien vivido no duele: pica, provoca, despierta.

Así que la próxima vez que te encuentres envuelto en una historia sin guion, con silencios incómodos, emojis sospechosos y cafés que nunca se terminan... relájate.

Porque a veces, lo más emocionante no es saber a dónde va la historia, sino perderse con alguien en el intento.

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